La cirugía de próstata reduce las tasas de mortalidad en las etapas iniciales de la enfermedad.

En el cáncer de próstata en etapa inicial, algunos pacientes no se someten a cirugía, sino que se les hace un seguimiento de la "espera vigilante", un control estrecho de su enfermedad. Un estudio a largo plazo realizado por investigadores suecos ha demostrado que la cirugía es beneficiosa, incluso para el cáncer en etapa inicial. Los hombres que se sometieron a cirugía tenían menos probabilidades de morir a causa de la enfermedad. Los beneficios son mayores para los pacientes diagnosticados antes de los 65 años. Los autores señalan que la cirugía puede tener efectos secundarios graves a largo plazo que deben discutirse con todos los pacientes.